Que estés reequilibrando tu dieta no significa que tengas que dejar de lado las invitaciones. Entretener a los familiares es relativamente sencillo, ya que puedes elegir el menú. Ser invitado es un poco más difícil si quieres divertirte sin ofender a tus anfitriones y sin ralentizar tu progreso.
Las invitaciones pueden experimentarse como una dificultad en sí mismas. Tu objetivo es perder peso, pero no debe ser a costa de tu vida social, de lo contrario tu motivación se desvanecerá. Así que sí, puedes aceptar una invitación a casa de un amigo o familiar, siempre que no sean más de dos veces por semana y sigas los consejos que te damos a continuación.
En primer lugar, prepárate con antelación: intenta hacer al menos 30 minutos de actividad física durante el día y evita la fruta y las grasas para anticiparte a la invitación.
Toma un tentempié de 1 a 2 horas antes de la comida festiva: por ejemplo, 2 quesitos suizos y 1 zanahoria, acompañados de un gran vaso de agua o té sin azúcar. De este modo, el aperitivo será más llevadero.
Alcohol
Con 80-100 kcal por vaso (en el caso de los alcoholes simples), el alcohol es uno de los productos que hay que vigilar cuando se intenta perder peso y se sale de casa. Si no bebes, ¡no hay problema!
Si te gusta beber un poco de alcohol por la noche, intenta limitarte a una bebida por la noche en lugar de una fruta al día. El resto del tiempo, cuando estés fuera de casa, bebe agua (con o sin gas), zumos de verduras y refrescos light o sin grasa.
El aperitivo
Como aperitivo, limite los hojaldres, los canapés a base de pan, los cacahuetes y otras semillas oleaginosas, las patatas fritas, las galletas saladas, los pasteles salados y los embutidos grasos (mini salchichas y budines, salchichas, etc.). Permítase 3 comidas pequeñas, pero no más.
Si su anfitrión ha tenido la buena idea de preparar crudités, verrines u otros canapés sin masa ni pan, ¡aprovéchelo!
En la mesa
Sírvete raciones razonables, sólo una vez, no salsees el plato y evita comer pan con y entre los platos.
Elige entre queso y postre.
Si comes demasiado, restablece el equilibrio.
Si, a pesar de nuestros consejos, crees que has comido demasiado o demasiado rico, no te asustes, simplemente reequilibra el contenido de tu plato esa misma noche, si te han invitado a comer, o la noche siguiente, si te han invitado a cenar. He aquí algunos ejemplos de menús ligeros a seguir:
– 1 pechuga de pollo a la sartén sin grasa, un plato de verduras al vapor y una leche sola < 4% grasa.
– 1 tortilla con 2 huevos, un plato de verduras al vapor y una leche normal < 4% de materia grasa.
– 1 lomo de pescado blanco, un plato de verduras al vapor y una leche normal < 4% de materia grasa.
¡Anticípate!
¿Por qué no pide a su anfitrión que participe trayendo uno de los platos? Esto probablemente le hará muy feliz y le permitirá controlar parte del menú.
Si te encargas del aperitivo, prepara una gran fuente de verduras crudas (tomates cherry, rábanos, bastoncitos de zanahoria y pepino, ramilletes de coliflor, palmitos, mini puntas de espárragos, champiñones de botón, etc.) y varios cuencos de salsas ligeras a base de queso blanco con un 3,2% de materia grasa y curry en polvo, cebollino, mostaza, ajo y hierbas aromáticas.
Si te encargas del postre, deberías tener una buena ensalada de frutas o brochetas de frutas.
En cualquier caso, ¡no dudes en coger ideas de la aplicación Aliive!