Mindful eating: cómo utilizarlo

por Aliive
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Cambiar sus hábitos alimentarios no sólo significa cambiar el contenido de su plato. De hecho, es todo el estilo de vida lo que hay que revisar, desde la forma de hacer la compra hasta la elección de los productos, el equilibrio del menú, el tamaño de las raciones o la hora de la comida.

Una mesa preciosa para disfrutar comiendo

Ya sea solo, en pareja o en familia, comer en una mesa bien puesta siempre es más agradable. Estar sentado en el sofá, inclinado sobre una mesa de café o de pie en la barra de un bar no favorece una buena digestión. La comida debe ser un momento de placer y convivencia, no hay que precipitarse. Dedicar tiempo a poner una mesa bonita es un momento de relajación. Cuando no se está a gusto, se come más deprisa y en bocados más grandes para terminar rápido, sin saborear la comida conscientemente.

Una comida de convivencia no tiene por qué ser una comida hipercalórica, ¡se puede disfrutar, charlar y reír mientras se come sano!

La hora de la comida no debe ser un momento estresante ni una tarea, es un momento para relajarse, un momento para ti. Así que apuesta por el mantel o el mantel individual, la garrafa de agua y el ramo de flores, ¡aunque tengas que comer solo!

¡Está en tu plato!

Los platos son tan importantes como su contenido. Sin comprar necesariamente los últimos platos de moda, asegúrate de utilizar una vajilla bonita que te guste, ya que así lucirán mejor las preparaciones caseras o los platos que te hayas esmerado en trasladar. Asegúrese siempre de que la comida está bien presentada en el plato, e incluso añada hierbas frescas para darle sabor y aspecto (perejil, cilantro, tomillo, etc.). Aunque estés solo en casa, es mejor no comer directamente de la bandeja para que la comida te resulte más agradable y puedas visualizar mejor las cantidades que tienes en el plato.

Consejo: elige platos medianos con dibujos en lugar de grandes platos blancos, ya que tendrás la sensación de comer más.

Si es posible, limite sus comidas a 5 minutos y aproveche la pausa para relajarse.

Olvídate de las pantallas

Para ser plenamente consciente de las cantidades consumidas y sentirse saciado lo antes posible, es necesario comer despacio. Mastica cada bocado durante mucho tiempo, deja los cubiertos entre bocado y bocado, a ser posible utiliza palillos y evita mirar una pantalla mientras comes (tableta, smartphone, televisión, ordenador, etc.). De hecho, las pantallas quitan concentración y evitan que el cerebro registre que estás comiendo. La sensación de saciedad se retrasa entonces.
Frente a una pantalla, no es raro verse acabando un paquete de galletas, una salchicha o una tableta de chocolate, por ejemplo. Si estás solo, escucha la radio o música en lugar de mirar una pantalla.

Tómese 20 minutos para sentirse saciado

La masticación desencadena un neurotransmisor: la histamina. La histamina tarda unos 20 minutos en llegar al hipotálamo, que envía un mensaje de saciedad al cerebro. Por eso es importante tomarse el tiempo necesario para comer, mantener la estructura de entrante – plato principal – postre y masticar bien para sentir plenamente la sensación de saciedad.