El desayuno, la primera comida del día, debe ser equilibrado para satisfacer todas las necesidades del organismo desde el momento en que se despierta.
Así encontraremos :
- un producto a base de cereales rico en fibra, para un aporte energético duradero,
- un producto lácteo, para obtener proteínas y calcio,
- una pieza de fruta, para obtener fibra, vitaminas y minerales,
- una bebida, caliente o fría, para rehidratar el cuerpo al comienzo del día.
- También puede añadir algunas semillas oleaginosas (nueces, avellanas, almendras, etc.), mantequilla o equivalente para obtener ácidos grasos buenos, vitaminas liposolubles y también para mejorar la saciedad.
El desayuno: ¿la comida más importante del día?
Si tiene un hambre moderada, no dude en tomar parte del desayuno por la mañana y la otra parte como tentempié por la mañana.
Durante mucho tiempo, el desayuno se ha considerado la comida más importante del día, pero no es obligatorio, depende de tu apetito. La idea es comer según tu hambre, o incluso no tomarlo enseguida, sino más tarde, cuando te apetezca. Del mismo modo, alguien acostumbrado a desayunar cada mañana mostrará signos de hambre, cansancio y falta de concentración si ayuna una mañana. Por eso es especialmente importante escuchar al cuerpo a la hora de desayunar, y comer cuando se sienta la necesidad… ¡y el deseo!
Si no desayunas, asegúrate de no suprimir los alimentos del desayuno, sino comerlos en otro momento del día. Por ejemplo, puedes servir pan con la comida o la cena o tomar un tentempié por la noche.
N.B.: en un día independiente, si te levantas tarde, la opción «brunch» (desayuno y almuerzo en una sola comida) es un consejo interesante para distribuir mejor la ingesta de alimentos a lo largo del día.