Crumble de calabaza con parmesano y ensalada de canónigos

Preparación

1/ En una cacerola grande, hervir un gran volumen de agua para cocer la calabaza y diluir la pastilla de caldo.

2/ Mientras tanto, pelar y cortar por la mitad la calabaza. Retirar las semillas y los filamentos y cortar en dados pequeños.

3/ Sumergir los dados de calabaza en el caldo, bajar el fuego a medio y cocer durante 10-15 minutos* o hasta que los dados de calabaza estén tiernos.

4/ Precalentar el horno a 180°C.
Cortar la mantequilla en dados (25 g/persona), reservar.

5/ Hacer el crumble: en un bol, echar la harina (15g/persona), el pan rallado (15g/persona), la almendra en polvo (15g/persona), la mantequilla en dados y el parmesano rallado (25g/persona). Amasar la mezcla con los dedos durante varios minutos hasta obtener una pasta arenosa y desmenuzable, y reservar.

6/ Cuando los dados de calabaza estén tiernos, escurrirlos en un colador.
Unte ligeramente con mantequilla una fuente apta para el horno, vierta los dados de calabaza cocidos en el fondo de la fuente, desmenuce por encima la mezcla de crumble de arena y sazone con sal y pimienta al gusto.

7/ Hornear el crumble de calabaza de 15 a 20 minutos* (hasta que el crumble esté ligeramente dorado).
Mientras tanto, enjuague la ensalada, séquela y póngala en una ensaladera con aceite de oliva (1 cucharada sopera/persona), vinagre de su elección (1/2 cucharada sopera/persona), una pizca de sal y pimienta. Mezclar la ensalada con la vinagreta.

8/ Sacar el crumble de calabaza y parmesano del horno y disponerlo en los platos con la ensalada de canónigos.

9/ ¡Que aproveche!

*El tiempo de cocción de la calabaza puede variar en función del tamaño de los trozos. El tiempo de cocción del crumble puede variar en función del tipo de horno utilizado.