La actividad física diaria es necesaria para gozar de buena salud y contribuye a la pérdida de peso y al mantenimiento de un IMC saludable. Por desgracia, no siempre es fácil encajar la actividad física en una agenda ya de por sí apretada.
He aquí algunas formas de hacer que forme parte de tu día más rápido.
Busca formas de moverte a diario
Aquí veremos cómo incorporar un poco de actividad física a su rutina diaria. La principal recomendación e indicación de actividad física es caminar. De hecho, es una actividad barata y accesible para la mayoría de la gente. No necesitas llevar un atuendo especial, puedes caminar en cualquier momento, sea cual sea tu ropa y calzado de ese día.
Para mantener en forma el sistema cardiovascular y todos los músculos, se recomienda caminar al menos 30 minutos al día, a paso ligero. Aunque 30 minutos pueden parecer un tiempo difícil de encajar en tu día, está perfectamente bien caminar durante 2 x 15 minutos o 3 x 10 minutos. Por ejemplo: aparcar el coche a varias manzanas del trabajo, bajarse antes del metro o del autobús, dejar el coche en el aparcamiento para comprar el pan, ir andando a por el almuerzo en lugar de pedirlo, etc.
Tantas oportunidades para caminar un poco más cada día.
30 minutos al día
Las recomendaciones nacionales nos animan a realizar al menos 30 minutos de actividad física moderada al día (caminar a paso ligero, montar en bicicleta o nadar por placer, aeróbic acuático, tareas domésticas, jardinería, etc.).
El trayecto de casa al trabajo sigue siendo la principal oportunidad para desplazarse durante la semana. Dependiendo de la distancia, es posible que puedas ir andando, en bici, en patines o en patinete parte del trayecto.
Si no trabajas o ya no trabajas, o si teletrabajas, ¿por qué no tener un perro al que puedas sacar a pasear todos los días?
Elegir las escaleras en lugar de los ascensores debería convertirse en un acto reflejo.
Redescubra el placer de hacer la compra, de ir al mercado, de ir a comprar el pan a pie con un carrito o en bicicleta en lugar de en autobús o en coche.
Y el fin de semana, opta por actividades como la jardinería o el bricolaje en lugar de ver la televisión. Aproveche el buen tiempo para dar un paseo por el bosque, junto al mar o por la montaña (según donde viva), o dé un largo paseo en bicicleta.
Dedica tiempo a hacer deporte
Una vez que te hayas acostumbrado a moverte a diario, puedes añadir sesiones deportivas (cardio y entrenamiento de fuerza) a tu programa.
Tampoco en este caso es necesario buscar un entrenamiento intensivo, 10 o 15 minutos al día son suficientes e incluso serían más eficaces que una larga sesión deportiva a la semana.
Encontrarás vídeos de entrenamiento deportivo en tu aplicación Aliive, propuestos por nivel de entrenamiento, en la sección «Mi entrenamiento deportivo».
Déjese guiar y dedique 10 minutos al día a realizar estas breves rutinas intensivas. En general, basta con una esterilla y una goma elástica, ya que todos los ejercicios se realizan únicamente con el peso del cuerpo. También puedes invertir en una bicicleta estática o una máquina de remo plegable, pero no es obligatorio.
¿Cuándo hacer estas mini sesiones deportivas? Por la mañana, antes de ducharse, poniendo el despertador ¼ de hora antes; al mediodía, durante la pausa para comer, si trabaja en casa; por la noche, cuando los niños se hayan acostado, o de camino a casa desde el trabajo… Debe convertirse en un ritual, y verá que enseguida le coge gusto y progresa.
Si no quieres sacrificar tiempo con tu pareja o tu familia, ¡haz deporte con ellos! Salga a pasear con su bebé en el cochecito, organice un paseo en bicicleta de fin de semana, excursiones en vacaciones, etc.
Como ves, para moverte más a diario, se trata sobre todo de hacer una actividad que te guste, a ser posible no estar solo y llevar a tu familia, amigos y compañeros contigo.
Si 30 minutos le parecen inalcanzables al principio, empiece con 10 minutos de actividad moderada al día, ¡es mejor moverse poco que nada! Si vives en el 6º piso, por ejemplo, sube 2 pisos a pie y el resto en ascensor, y luego ve aumentando gradualmente el número de pisos.
Sin excusas como el cansancio o el estrés, porque la actividad física regular reduce el estrés y la tensión y favorece un sueño de calidad.