Canelones de ricotta y espinacas
Entre 250 y 400 kcal
Ingredientes
Preparación
1/ Precalentar el horno a 180°C.
2/ En una cacerola, llevar a ebullición agua con sal para escaldar (precocer) las láminas de lasaña.
3/ Mientras tanto, limpiar las espinacas y secarlas. A continuación, picar el ajo finamente.
Rallar el queso parmesano. Reservar cada ingrediente por separado.
4/ Poner las láminas de lasaña (de 2 a 3 por persona) en la olla con agua hirviendo de una en una para evitar que se peguen. Escaldar los canelones durante no más de 1 ó 2 minutos, escurrirlos, pasarlos por agua fría y disponerlos por separado y muy rápidamente en un plato*. Haz una reserva.
5/ En una sartén, calentar un chorrito de aceite de oliva a fuego fuerte, añadir las espinacas y sazonar con una pizca de sal, remover y freír durante unos 3 minutos, hasta que las espinacas se hayan asentado. Apártelos sobre una hoja de papel de cocina.
6/ Poner la salsa de tomate en un bol (125 g/persona), salpimentar, añadir aceite de oliva (1 cucharada sopera/persona) y ajo picado*, mezclar y verter la mitad de esta salsa en una cazuela apta para el horno.
En otro bol, mezclar la ricotta con las espinacas y salpimentar. Haz una reserva.
7/ Con una cucharilla, cubrir las láminas de lasaña por un solo lado (3-4 cm) con la mezcla de ricotta y espinacas, enrollarlas y, a continuación, colocar los canelones en la fuente para gratinar sobre la salsa de tomate, cubrir con la salsa de tomate restante y sazonar con el parmesano rallado.
8/ Hornear de 20 a 25 minutos*. Sacar los canelones del horno y disponerlos directamente en los platos.
9/ ¡Que aproveche!
*Siéntete libre de ajustar la cantidad de ajo a tu gusto.
El tiempo de cocción de los canelones puede variar en función del tipo de horno utilizado.
Tenga cuidado de separar cada lámina de lasaña en el plato para evitar que se peguen.